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Poemas Antología

Blanquísima su presencia,

sus temblorosos dedos

buscaban en las hojas de un libro el femenino del ojo.

Más allá de lo escrito o lo nombrado

no hay más bondad que la que emana de la inteligencia

lo que tomó fuerza en nosotros cuando la incertidumbre

cuando en la incertidumbre

en la enumeración caótica

reunidas las palabras que componen el discurso

los caracteres se van formando.

 

Del Universo es el mar una sombra,

una luz temblorosa en la piel

una línea que sueña

la unidad febril premonitoria

en el espacio creado para la música.

 

En el cambio de súbito el lugar se convierte

de su materia indemne la luz

un territorio transgredido por la poesía

un poema abierto in situ en la memoria

como la voz que disfruta en el proceso elaborada

en el calor humano

en el ánima

en todo lo habitable

como el amor embriagado de proximidad

el valor de su acción transmitid que aflora en lo que está oculto.

 

Del placer concertado

nosotros

los que somos cómplices

no amamos porque tengamos el hábito de vivir

sino porque estamos habituados a amar.

 

Anda – ven – bendice – canta –

cuéntame – haz tú de mí –

 

Si celebrado el concierto me identifico

aprenderé a saber

seré suave y sensible

traslúcido en el color

en el placer acaso

tembloroso y lírico en la visión.

 

Cuando se habla de ti

un sentimiento ingrávido recorre el ambiente

escrupulosamente delicada la belleza crece por intuición

liberada de sí – de su yo impreciso –

el sujeto extrañado de su territorio canta y deduce

que de un conjunto de sonidos se forma el arpegio

la memoria ante el blanco acude con presteza y corrige el compás

en la orilla de la línea divisoria.

 

Del azul febril que proyecta

del ojo que me persigue imagino la flauta

la llama prestada

los reflejos

la cadencia en la acción

el ritmo

en la visión creciente la belleza actuando silábica

haciendo lo que hice yo tantas veces en tanto papel concluso

¿Es el verbo tal vez la tristeza?

En la luz la materia también se envilece.

 

El misterio es el número

del proceso advertido su presencia en su actitud sin tregua

sucinto en el periplo de la lucidez en el ambiente unánime se seguir.

 

Las palabras que cantan como el número exacto que nos habla

las palabras que cantan

cuando a la vez en el espacio ausente sonámbulo

que al despertar el fenómeno de un deseo expresado

en el inicio como en el desarrollo

restaurando el alma en su estado original.

 

Sólo somos nosotros entonces

presuntos en la hora

en el inicio de un ciclo liberal

de un pensamiento que mora en la tristeza

que se ensancha en la fuga

convicto en el placer

en su ansiedad el otro.


Aute canta a Oroza

Se prohibe El Paso

 

 

Se prohíbe adelantar la brisa hacia esta orilla
hay temor y se prohíbe el paso
se prohíbe el paso.

Atelaida está muriendo en el hombre en una tremenda muerte dividida a la espalda del mundo
Se prohíbe el paso.

Atelaida está anidando su tisis -su grave tisis de silencio-
Se prohíbe el paso.

Las ruedas de la vida se sostienen en el aire
Se prohíbe el paso.

El grito de la libertad ha muerto intacto
las llaves de las cárceles de Atelaida están más allá de las fronteras.
Se prohíbe el paso al aire de nuestro pueblo.

El aire de nuestro pueblo cayó en un punto de eternidad en la frontera
como un peso de niño de extrañas avenidas.

Semáforo ¡Cuidado!

Hay temor y se prohíbe el paso
aquí se le cortó la gracia al viandante
el reflejo de una bayoneta rompe las alas de un pájaro
un pez se suicida en el aire.
Se prohíbe el paso.

Un niño temeroso y triste pasa
pasa con sus dos vidas entre el hombre
es el rostro de un pueblo que se limpia con el gesto del tiempo.
Se prohíbe el paso.

En esta avenida se celebra el crimen cada año
y desfilan los héroes achatados con sus laureadas y sus zapatos de pisar niños.
Se prohíbe el paso.

En este trozo de mundo se sientan los santos y los obispos,
los místicos y los asesinos.
¡Todo el gran grito de la contrición!
La reserva moral de treinta y tantos años
los inquisidores y los tiranos de entonces y los verdugos actuales.

Semáforo ¡Cuidado!

No saltes hermanos de esta orilla a la otra orilla
el cielo está al habla con la policía
el cielo baja a los tejados para ametrallarte
No dejes que con tu limpia sangre con tu inmensa sangre roja limpien sus pálidos crepúsculos.

Espera, hermano, espera,
el cielo está al habla con la policía
el cielo baja a los tejados para ametrallarte.

America

Carlos Oroza & JAY "America" (audio)

Me he despertado en este trozo oscuro y estoy inmerso en esta oscuridad

Y es más inmensa aún la noche inmensa y casi muerta la noche arrastro com su voz tremando.

Por eso cuando ibas por la carretera y te desviaste hacia el mar

Y me contaste que habías visto salir de debajo de las aguas brazos – .

Brazos trepando – trepando hacia la arena

Comprendí que eran seres. Miles de seres que el mar había rescatado.

Miles de años de seres de America escapada.

América estaba al lado del mar tratando de subir por una inmensa cuesta blanca arriba

De arena blanca hasta llegar al blanco fronterizo com la carretera.

Era toda América crucificada a la orilla. – Toda la América insalvada y fija –.

Brazos saliendo del mar crucificados – avanzando brazos pájaros sin cabeza.

Brazos voces sumísas en la orilla.

Y Poe estaba americando y Poe llevaba un bicho que habia salido por su boca.

Y era Poe Poe Poe.

Poe haciendo ruidos com el agua.

Poe besando por el alma de la playa.

Y toda aquella gente que venía suspendida por la carretera

No se daba cuenta de nada porque no tenían la costumbre de mirar la oscuridad

Ni sus ojos estaban habituados a la noche.

Eran los ojos oriundos los ojos de una infinita estepa sedienta y soleada.

Y fue horrible enfrentarse con aquello. Enfrentarse con la carretera y bajar al mar.

América estaba crucificada a la orilla. Toda la América errante – La América hundida

Y los brazos se alzaban – se alzaban y se hundían –.

Se alzaban gateando hasta llegar al blanco fronteterizo entre la carretera y el mar.

Y Poe estaba americando y Poe llevaba un bicho que habia salido por su boca.

Y era Poe Poe Poe.

Poe haciendo ruidos com el agua.

Poe besando por el alma de la playa.

Era América crucificada – América hundida que trataba de llegar a la carretera.

Aquella noche en la playa cruzaste. Tocaste aquellas manos

Y las manos se soliviantaron. Empezaron a levantarse y a rechazarte.

Empezaron a golpear en el mar a sublevar las olas

A devolver al aire al cielo al techo la lluvia que había secado.

Y tu has tocado has dado con las manos en el aire

Has dado com las manos en el agua y estás golpeando – golpeando de nuevo con el agua.

Y Poe estaba americando. Y Poe llevaba un bicho que había salido por su boca.

Poe haciendo ruidos com el agua..

Poe besando por el alma de la playa.

Y América ya no recibía calor. América estaba crucificada.

Penetraste aún más. Llegaste al pie del agua te transformaste

Y querías atraer las cosas. Atraerlas a la carretera y llevarlas a la noche inmensa y seca.

Y había miles y miles de Kilómetros y ellos estaban estancados

Estaban estampados por la espalda y por el pecho.

Estaban estampados en la arena y contra el agua

Y Poe estaba americando. Y Poe llevaba un bicho que había salido por su boca.

Y era Poe Poe Poe.

Poe haciendo ruidos com el agua..

Poe besando por el alma de la playa.

Y América estaba crucificada a la orilla.

Y no había conseguido avanzar ni un milímetro tan solo.

Desesperadamente de amaramer mi alma se multiplicaba.

Y se engendraba buscando canales para salvarse.

Y no podía ser. Tropezaba contra la carretera y no podía avanzar.

 

Y volvía formando círculos a incrustarse en los dedos de América.

Y Poe estaba americando. Y Poe llevaba un bicho que había salido por su boca.

Y era Poe Poe Poe.

Poe haciendo ruidos com el agua..

Poe besando por el alma de la playa.

Alicia

He venido a verme. Quiero salir y no puedo entrar.
Paso de lado simplememe y no me llaman.
Y veo a Cátin. La ciudad en sus números y la luz. La calma.


Era en un sexto de un seis de una calle que arrancaba del centro
Una distancia que sólo se conocía por teléfono
Y vino un desconcierto. La calma. Vino la calma.


La calma y mirarás. La mirarás decía
Y sus ojos tenían la precisión táctil de su boca
La calma. Vino la calma.


Y Alicia había declarado al mar calamidad sentimental
Y en el interior había vibraciones incrustadas
Manchas que se reproducían en latidos
Y se esparcían manifestantes y mu1titudinarios por los escaparates
Donde permanecían horas y días
Con la cabeza apoyada en los cristales.


Alicia tenía la sonrisa. La alegría del que pierde la respiración
Alicia era una mujer que se confundía en principio
Desde la primera escalera de un sexto izquierda
Un séptimo izquierda que arrancaba del centro
Una distancia que sólo se conocía por teléfono
O a través de sus gemidos en el estado íntimo de su soledad.




Y en la ciudad de cristal del arquitecto de Suiza
Alicia buscaba alivio
Alicia había quedado sola
Porque las lunas de los escaparates estaban todas ocupadas
Y no había ni un milímetro para apoyar su frente.


En los grandes edificios habían puesto andamios
Y en la parte de la ciudad alta
Todas las ventanas estaban ocupadas
Por los delirantes que tenían las frentes agujereadas.


Los hombres estaban suspendidos en el aire
Sobre los andamios con las frentes inclinadas en las ventanas.


Alicia fue a apoyar su frente a los stops
A los coches que habían quedado aparcados
Y los coches estaban también ocupados
Y las ventanas de los coches Los cristales
Estaban pegados en los frentes que deliraban de dolor.


Alicia fue a refugiarse en la púrpura de los ángeles
Y la púrpura de los ángeles estaba pegada en la frente dolorida
de los místicos
Y fue a buscar la cera de los laboratorios eclesiásticos
Y no había solución

La ciudad de cristal del arquitecto de Suiza
Estaba totalmente ocupada.
Alicia anduvo recorriendo toda la ciudad
Y fue a los stops y a los anuncios publicitarios
Y todos los anuncios
Y los stops
Y la luz piloto de los coches
Estaban ocupados por las frentes que deliraban de dolor.


Alicia fue a ver los ojos abiertos de los animales muertos
Y los ojos abiertos de los animales muertos
Estaban ocupados por las golondrinas
Que se apoyaban contra el ojo derecho de los animales muertos
Del interior de la ciudad de cristal del arquitecto de Suiza.


Alicia fue a la estación
Donde estaban los coches de los ferrocarriles
A ver si había una posibilidad.


Mirar si había una rendija de luz
Que se introdujera por debajo de las puertas de los trenes
Para apoyar su frente
Pero no era posible
Porque aquella luz que bajaba por debajo de las puertas de los trenes Estaba ocupada por las frentes de los animales







Que antes se habían nutrido de los enfermos neurálgicos de los trenes.
Que viajaban a la ciudad de cristal del arquitecto de Suiza.


Alicia andaba sola
Y se perdía buscando un espacio en las ventanas
En las lunas de los museos
En los escaparates
Y no había ni un minuto para apoyar sus latidos
No había llanto
Y no era posible inclinar la cabeza sobre la humedad de una lágrima.


No eran posibles los extraordinarios Las horas fuera
En los relojes no había siquiera una hora
Que penetrase contra el punto neurálgico de la cabeza
Habían desaparecido los pinchazos exteriores
Para luchar contra el dominio interno de la cabeza.


Pero ahora ya no hay nadie en los andamios
Nadie está con las frentes en las lunas de los escaparates
Ya no hay más frentes acariciando la púrpura de los ángeles
Ya no hay más gente rociándose la frente
Con la cera derretida de los laboratorios eclesiásticos


Ya no hay más
Nadie
Nadie está mirando a los altares













Aproximando la frente a los monumentos
Nadie está suspendido en esta ciudad.


Nadie está de pie buscando el frío de los escaparates
Buscando el frío el viento de las alturas por el cráneo
Nadie
Absolutamente nadie.


Porque todos los que estaban suspendidos
En la ciudad de cristal del arquitecto de Suiza
Habían descendido
Se habían desplomado contra el suelo boca abajo
Y habían desocupado todas las estancias
Y sucedía entonces que por el suelo no se podía andar Porque el suelo estaba repleto de bocas boca abajo
Y el espacio aéreo fue ocupado por otras formas de animales.

Évame

Parece como si yo y yo fuésemos dos personas que se persiguen

     mutuamente

Es en la evasión donde está el sentido de mi propia seguridad.

 

Oh eva

Évame malú

Évame malú.

 

Hoy en ferragosto o julio trise prohibido e inasequible solo.

 

 Oh eva

Évame eva

Évame si me transito

  

Era de noche por tus ojos de fiebre    Ómnima por tus manos

     que me acarician

Era extraño como subsistía por la noche

Cada noche deviniendo por mis pasos

Para encontrar dormido el cuerpo enfermo en la otra casa.

  

Mi cuerpo contra mí    Tu boca caliente y sofocada

Conflúyete

Abrázate

  

No rompas el silencio

No toques la pared.

  

Me conforto en tu aliento

Miro por tus ojos

Empujo por tus ojos y me encuentro con las últimas cenizas.

  

Me dejo en libertad

Ómnima mis pasos

Y corro

Corro

Corro por la playa hacia la casa abandonada.

  

No sé que hacer si estoy detrás de mí

Tengo miedo tropezar tu cara

Mirar tus ojos y verme divisado

Aspirar tu aliento y verme subsistido

Tropezar tus manos y verme aderezado cariño eva évame.

  

Ómnima si mi pálpito pierde por los trenes y pulula por los gemidos

Mi pálpito pegado al viet dolorosamente a tu cintura nati mismo

Cuando me dejo en libertad

Y corro

Corro

Corro por la playa hacia la casa abandonada.

  

Ómnima

Ómnima

Ómnima

Mientras subsisto extraño por la noche deviniendo por mis pasos

Para encontrar dormido el cuerpo enfermo en la otra casa.

 

Oh eva

Évame eva

Évame si me transito

 

Intento traslucirme malú para llegar contigo

Y no hay apoyo vital para afirmarme.

 

Y es como llegar a mí

Malú contigo

Madre por una sola vez si me transcurres mientras subo

O me adelantas la luz para llegar arriba.

 

Por una sola vez

Una vez

Dos veces

Tres veces golpeándome en las sienes

Tus brazos retenidos en las sombras tu mano y tu latido

Tu voz poderosa desde abajo contigua hacia el balcón

 

Para decir que ha muerto alguno en esta casa

Pudo haber muerto alguno en esta casa.

 

Y es como llegar a mí malú contigo

Inmersa

Golpeando fuertemente desde abajo golpeando en la escalera

Metiendo tus manos tus codos tus brazos por los huecos

Golpeando en la pared

Tremándome en la vértebra

Demorando mis pasos por las sombras.

  

Una vez me escupiste cenizas en los ojos y yo te dije sigue

Sigue sigue sigue.

 

 Tee me adelantas

Tengo miedo

Estás golpeando al mundo.

 

Pero tú me das malú

Malú

Malú para llegar arriba

Malú para llegar contigo

Oh eva

Évame eva

Évame si me transito.

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